El Alcázar de Jerez es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Es un conjunto de edificios, rodeado de murallas, que eran la sede del poder político y militar. Fortaleza-palacio con funcionamiento autónomo, una pequeña ciudad, sede del poder que regía la ciudad y su territorio.
Se levantó en el siglo XII y constituye uno de los escasos ejemplos de arquitectura almohade de la Península. Jerez se convirtió en este siglo en una de las ciudades más importantes de la Baja Andalucía. Esto queda demostrado con la monumentalidad de su alcázar y la extensión de la muralla. Con un perímetro de 4 Kms que encerraba una ciudad de 46 hectáreas y que llegó a tener una población de 16.000 habitantes.
Del original alcázar islámico, se conservan: las dos puertas; la mezquita; los baños árabes; la torre octógona y el Pabellón del patio de Doña Blanca, ubicado a los pies de esta torre. De etapas posteriores: la Torre del Homenaje de finales del siglo XV, y del siglo XVIII, el palacio barroco de Villavicencio y el Molino de aceite.